miércoles, 23 de octubre de 2019

La increíble historia del bocadillo de tortilla de dos pisos...

Había una vez un maestro un poco bromista. Todos los días preguntaba en su clase, a la hora de salir al recreo, que si le habían traído un bocadillo de tortilla de dos pisos. Las primeras veces la pregunta sorprendía bastante a los chicos y las chicas de primero de Educación Primaria, que tenían entre cinco y seis años. Como el profesor insistía, el alumnado se reía y unos contestaban:
¡No! -gritando bastante.
Mientras otros le mostraban sus desayunos había quiénes le ofrecían, por ejemplo, su manzana, su batido o su bocadillo.
Pero un día, quizás fuera un 23 de octubre de 2019, una niña que se llamaba Ángela, levantó la mano a las nueve y poco de la mañana:
-Dime, nena, ¿qué querías? -dijo el maestro.
-Que te he traído el bocadillo de tortilla.
El profesor se mondaba de risa y toda la clase se alborotó un poco, con sorpresa.

Ya en el recreo, la niña abrió el envoltorio y le dio el bocadillo a su profe, que se llamaba...bueno, da igual, no me acuerdo muy bien. El profesor no paraba de reírse y llamó a una alumna de prácticas, Sol, para que les hiciera una foto, inmortalizando tan curioso momento.

Parece ser que el bocadillo estaba delicioso y que bastantes chicos y chicas de primero y algunos de segundo lo probaron...aunque, sinceramente, el que más comió fue el profesor.
-¡Muchísimas gracias, bonita!-dijo el profesor a su alumna, ya en clase, -¡estaba buenísimo!

Y colorín colorete,
por debajo de la puerta 
¡te tiro un cohete!


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